El profesor Mika Gissler y sus colegas estudiaron el riesgo de suicidio entre mujeres en edad fértil (15-49) en Finlandia para saber cómo la incidencia de suicidio varía entre tres grupos de mujeres: las que habían dado a luz, las que habían perdido al hijo que esperaban y las que habían interrumpido voluntariamente su embarazo en algún momento durante los 12 meses anteriores a su muerte. Los autores concluyeron:
“Los datos muestran claramente que, sin embargo, las mujeres que han tenido abortado corren más riesgo de suicidio”.
Entre 1987 – 1994, el índice de suicidio en Finlandia por cada 100,000 mujeres con edades comprendidas entre 15 y 49 años fue: |
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Todas las mujeres de la población general:
Mujeres que dieron a luz en los 12 meses previos: Mujeres que sufrieron un aborto natural en los 12 meses previos: Mujeres que abortaron en los 12 meses previos: |
11.3
5.9 18.1
34.7 |
El índice de suicidio asociado al alumbramiento era casi la mitad que el de la población en general. “Esto sugiere que la maternidad previene el suicidio o que las mujeres capaces de dar a luz no corren alto riesgo de suicidio”.
El índice de suicidio asociado al aborto inducido fue tres veces mayor que el de la población en general y casi seis veces mayor que el de las mujeres que habían dado a luz.
“De forma similar, el índice de ingresos en centros psiquiátricos tras un aborto era 53% más alto que en mujeres que habían dado a luz, según registrado en un estudio danés”.
Mika Gissler et al. Suicides after pregnancy in Finland, 1987–94: register linkage study. 1996. British Medical Journal 313: 1431. http://www.bmj.com/content/313/7070/1431.full.
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