Intercesiones para los que participan en el aborto


Intercesiones para los que participan en el aborto

Por quienes están tentados por el aborto,
para que Dios implante en sus corazones
un amor por el tesoro de la Vida
y la fortaleza para protegerla,
roguemos al Señor:

Por todos los doctores,
para que inspirados por su  juramento de proteger la vida,
conozcan la gracia del arrepentimiento,
sirviendo a su prójimo como verdaderos discípulos
del Evangelio de la Vida;
roguemos al Señor:

Por todas las enfermeras,
para que inspiradas por la dulce compasión,
de María, la Madre de Dios,
puedan servir como guardianes de la vida
en cada momento de su existencia:
roguemos al Señor:

Por todos los administradores de hospitales,
para que con sabiduría y respeto por la vida,
puedan guiar a quienes trabajan con ellos,
para el cuidado y protección de toda vida;
roguemos al Señor:

Por los padres que han perdido a un hijo a causa del aborto
y cuyos corazones están cerrados a la misericordia de Dios,
para que conozcan la gracia del arrepentimiento,
de la confesión y el abrazo sanador del Padre;
roguemos al Señor:

Por los padres abrumados por el dolor y el arrepentimiento
por la pérdida de su hijo en un aborto,
para que Jesús el pastor,
tan rico en misericordia y compasión,
puedan sanar sus corazones destrozados;
roguemos al Señor:

Por quienes aconsejan a los padres de niños abortados,
para que Dios los recompense por las cruces que llevan
y les conceda las palabras de sabiduría para llevar a las almas perdidas de regreso a su casa, roguemos al Señor:

Por cada niño abortado del seno de su madre,
para que desde su lugar en el Cielo
puedan interceder por sus madres y padres
para que obtengan paz y sanación y el don de un arrepentimiento verdadero;
roguemos al Señor:

Esto dice Yavé: En Ramá se han oído unos quejidos
y un amargo lamento:
es Raquel que llora a sus hijos
y no quiere que la consuelen,
pues ya no están.

Así dice Yavé:
Deja de lamentarte,
y seca el llanto de tus ojos,
ya que tu prueba
tendrá su recompensa:…
Ten esperanza para el futuro.

–Jeremías 31,15-17